viernes, 17 de agosto de 2012

Vigo: la ciudad que tu no ves

Tiene su aquel ver a los turistas en mi ciudad, en Vigo. Perdidos andan que pena da verlos, a la mayoría los sueltan los trasatlánticos de crucero en el puerto. Otros vienen en autobuses y con ellos sucede tres cuartos de lo mismo, los dejan en la zona del Nautico y, como los anteriores, ahí te pudras y búscate la vida, se dan un paseo por el puerto deportivo, algo del casco viejo y se van de la ciudad diciendo que es muy bonita y emocionadísimos por haber vivido la terrible aventura de entrar en ¡un mercado de contrabando! 


Bueno, contrabando lo menos, algo de tabaco y para de contar, eso si, mucha ropa pirateada, alguno habrá incluso comprado algún bonito regalo en la mejor tienda del casco viejo, o la más moderna al menos como es Ale Hop, no faltará claro quien compre un horreo, una gaitita o incluso una gitana (que es muy típica de Galicia) en alguna de las otras, tampoco el que se lleve la correspondiente camiseta reivindicativa o cualquier otra cosa por el estilo. A algunos, los más aventureros quizás, te los encuentras en el Castro o en la plaza de España preguntando... como regresar al Nautico. El turismo masificado es así supongo, nunca lo ejercí. A veces, algunos, desafortunados ellos, padecen una mariscada en... las peores marisquerías de la ciudad ¡y son felices!, que se le va a hacer, yo me alegro por ellos, pero Vigo, mi ciudad y ciudad que siempre fue un poco del que en ella quiso quedarse es otra cosa, al menos yo veo otras cosas en ella, tiene mucho más que mostrar al visitante. Vamos a hacer una pequeña guía de la ciudad de Vigo, un recorrido, de una forma creo que un poco divertida vamos a ver lo que yo le mostraría a un turista, a partir de esto él podría y puede, y debe, decidir lo que quiere ver o lo que no. Pero por favor, no os quedeis en el Nautico o el casco viejo, Vigo es mucho más. Para mi la ciudad empieza aquí, quizás termine aquí también, en esta foto.


Esta fotografía está tomada en la lonja de bajura del Berbés. Según cuentan la segunda o tercera lonja pesquera más importante del mundo, nos ganan en Perú y en Japón. Claro que esto va según pareceres, para el periódico de la ciudad, el Faro de Vigo y algunas autoridades tenemos la lonja más grande del mundo, para La Voz de Galicia es simplemente "el puerto pesquero de Vigo", claro que para la Voz de Galicia, que es periódico coruñés nuestro aeropuerto de Peinador es un "aeródromo", claro que Faro de Vigo también le llama aeródromo al aeropuerto coruñes de Alvedro, rencillas tontas que divierten al lector.

El Berbés, podría decirse que es el barrio primigenio del Vigo moderno, los más viejos del lugar recuerdan que existía el Berbés, la calle Real, Teófilo Llorente, la plaza de la Constitución y poco más, después Vigo fue creciendo, hacia arriba, hacia el Castro. La gente mayor, o sea, no hace muchos años que hablo de gente viva, recuerda que iban de paseo, caminando, al campo, o al monte, el "monte" era lo que es hoy la plaza de España. Creció mucho Vigo en pocos años, y creció "rara", a base de tesón y esfuerzo de vigueses y de mucha, muchísima gente que viniendo de fuera hicieron de esta ciudad lo que es hoy, que no es poco, en ella moramos oficialmente trescientas mil almas, algunos dicen que bastantes más, que hay mucha gente que vive, que va, que viene y que nunca se censa, que andaremos por el medio millón, o así. Eso de no estar censado es en Vigo bastante natural, las excusas para ello abundan ¿para que me voy a censar? o no me censo porque cualquier día me marcho para mi pueblo o, simplemente "es que en mi pueblo se paga menos de impuesto de circulación" Que esa persona termina jubilándose en esta ciudad, pues es más que posible, a quien le importa, los vigueses somos de donde nos da la gana y no tiene porque venir un alcalde a decirnos de donde debemos de ser o de donde no, el alcalde y concejales de turno que se dediquen a sus latrocinios y a entorpecer todo lo que puedan a los ciudadanos, nosotros ya nos encargaremos de trabajar y muy a pesar de las autoridades políticas, hacer que esta ciudad siga funcionando mejor que peor.

El Berbés, eso que veis en la primera fotografía hace no muchos años era esto:


Como veis está bastante transformado. Parece que en aquellos años no tan lejanos la Ribera del Berbés bullía de actividad, y hoy está demasiado tranquila. La primera fotografía, la moderna, está tomada el día quince de Agosto, festivo creo que en toda España pero no para los marineros con base en el Berbés, que bien de mañana salieron con sus barcos a faenar y volverán ya entrada la noche a descargar ahí sus capturas, a eso de la una de la madrugada esa moderna lonja será puro bullicio de gente que vende y mueve toneladas de pescados y mariscos. A la mañana temprano desde ahí, saldrán para diversos puntos de España kilos y kilos de pescado recién traído del mar. Un poco a la derecha de ese edificio de tejado azul está la lonja de altura que será otro hervidero, y repartidos en un espacio considerable por detrás del fotógrafo hay un montón de naves, almacenes, congeladoras, conserveras, etc. que prepararán la materia prima sacada del mar en mil y una formas alimentarias que serán consumidas incluso más allá de las fronteras de nuestro país. Dicen que Nueva York es la ciudad que nunca duerme, es posible que si, Vigo tampoco, hay partes de Vigo como esta lonja o como la factoría de Citroen que nunca se detienen. La calma de la lonja es aparente durante el día, solo espera la llegada de los marineros del mar con sus cargamentos, mientras, las gaviotas hacen su algarabía con restos de pesca que hay por los muelles, disputándosela a veces a los gatos en feroces y a veces astutos combates.

Otra vista del Berbés

Y mientras a la noche los trabajadores de la lonja andan a cien por hora con carros llenos de cajas de pescado de aquí para allá recién descargado de los barcos y cargándolo en camiones, justo un poco más atrás de esa lonja hay cuatro bares, el Canarius, el Rincón de las Almas Perdidas y alguno más de cuyo nombre no me acuerdo, en ellos algunos reponen fuerzas con un carajillo, quizás alguna copa de coñac, otros pasamos a veces el rato en buena compañía: con marineros borrachos que no saben cuando van a zarpar y lloran mientras recuerdan que hace unos meses se cruzaron con la última ballena del mundo ¿por qué era la última ballena? es sencillo, si el tipo navegó seis meses por el mar y solo se cruzó con una ¿hay más? pues por supuesto que no. Putas yonkis y yonkis que esperan a que su puta levante veinte euros para pillar, putas transexuales hasta arriba de cocaina, esperando al enésimo cliente, transexuales cojas y puteando, es que salió mal el suicidio, el hijo de puta se lo pasaba de puta madre conmigo, pero me escondía ¿sabes? me bebí dos botellas de vino barato y me lancé por la ventana, rompí todos los tendales y me quedó esta cojera. Por allí andará Rosa (no es su nombre real pero ¿qué más os da?) con su aire de niña ajada por el caballo que galopa por sus venas buscando a quien hacerle un par de mamadas en el coche "para pillar algo". Rosa tiene su pundonor, a veces da pena ¡tan guapa que fue y verla así duele! 

-¿me das algo que estoy de mono? ¿te la chupo en el coche? me muero de hambre
-¿quieres un bocata de calamares?

Y la invitas al bocata de calamares y a una cocacola zero, y recuerda contigo los tiempos en que era niña y estudiaba en la Enseñanza, y llora cuando te cuenta que no debió de casarse con aquel chico a los dieciocho ¿para qué? ya sabes, el Manolo se murió dos meses después, en el Gran Sol, su cadaver lo debieron de comer los peces, nunca apareció. Vuelve a llorar, Rosa quiso, quiere aún a Manolo, posiblemente fue el único hombre al que quiso en su vida, y al que querrá. Rosa está enamorada de un esqueleto que yace en el fondo del Gran Sol. Después sonríe, con esa cara aún bonita, morena, de niña alegre y que parece no haber tenido nunca un problema, sonríe justo antes de volver a contarte que en su casa tenía un grafiti muy guapo en la habitación, era un paisaje silueteado ¿sabes? en negro, lo había hecho yo, pero el mamón de un novio que tuve se quedó sobao en cama, hasta el culo de caballo, el cigarrillo que tenía en la mano prendió fuego en la colcha y se quemó todo, si, Antonio también se quemó, ni se enteró ¡qué pena de grafiti! ¡era guapísimo! y vuelve a sacar del enorme bolso donde no lleva condones... es que no le gustan a los clientes ¿sabes? son gilipollas, lo quieren todo a pelo, cualquier día pillarán una enfermedad, vuelve a sacar digo, la vieja foto de aquel grafiti que tanto recuerda, el grafiti de su vieja e incendiada habitación, todo silueteado en negro, las palmeras, el mar, la chica en la playa caribeña, me encanta el mar, el mar del Caribe, con palmeras, el de aquí no me mola mucho, hay demasiado cemento -comenta Rosa mientras mastica suavemente el bocadillo de calamares- Queda claro que de Antonio nunca estuvo enamorada.

-¡Jo tío! ¿quieres que te la chupe un poco ahí detrás, en el coche? no se que me da que me pagues un bocata y no hacer nada por ti, a mi me gusta ser una tía legal. Te la chupo un poco sin que te corras, si te quieres correr me pagas...
-no Rosa, no quiero que me la chupes, cómete el bocata tranquila
-Na, te iba a decir que me pagabas solo veinte euros y te corrías, pero bueno, ya está, ya me lo comí
-¿quieres otro?
-no, voy a ver si me hago un cliente, necesito algo de pasta para pillar, quiero hacerme una base. Gracias por el bocata eh
-no hay de qué Rosa, ten cuidado
-no bebas tanto, es malo beber
-vale Rosa, gracias por el consejo, lo tendré en cuenta

Y Rosa se va sonriendo, con sus botines rotos, su minifalda vaquera, la de putear, muy corta que muestra unas piernas aún bonitas. Tu desistes ya de volver a insistirle que vuelva a la rehabilitación, posiblemente Rosa no se rehabilite nunca.

"Pipol" se despereza en la esquina del bar, la mira marchándose, se espabila un poco más, se rasca la cabeza por debajo del gorro, mira su copa de vino vacía y vuelve a dormir como si nada hubiese pasado. A lo mejor alguien lo saluda "buenas noches Pipol" y Pipol no contesta, sigue durmiendo. Hay que ver lo que fue y lo que es Pipol.

Lo de Pipol se lo pusieron porque como mecánico naval viajó mucho aprendió algo de inglés y después a todo el mundo le decía "pipol esto" o "pipol lo otro", pipol, de people, gente en inglés, se ve que le hizo gracia la palabra cuando la aprendió que no la soltaba de la boca, así que Pipol le quedó. Debe de ser raro el puerto que este hombre, ya anciando, pequeño y arrugado no haya tocado, por supuesto no hay mar que no haya recorrido, Popeye el Marino a su lado, y como marino, es un pobre diablo. Cuentan, y no él, que si le preguntas te dice que aquello fueron unas tonterías, pero hace ya años, cuando Pipol era joven, y fuerte, sacó a tres personas del mar, estaban más para allá que para acá y Pipol, con dos cojones, se tiró por ellos. 

Por uno se tiró en plena tempestad en el Gran Sol, navegaban en un pesquero, un marinero cayó por la borda a causa de un golpe de mar y Pipol le lanzó un salvavidas, como la cuerda no dejaba llegar salvavidas a su compañero Pipol sacó su navaja, la cortó, cortó la de otro salvavidas y con las dos cuerdas en la mano atadas a los salvavidas saltó por la borda, gracias a eso su compañero, aquel que salvó, lo cuenta hoy en día con admiración ¡que pena que pipol haya terminado así! ¡con lo grande que fue!

Pipol no siempre está borracho, que va, ni mucho menos, lo que pasa es que ya sabes, gana fama y échate a dormir, a veces está sereno y se pasea por el puerto dando consejos a diestro y siniestro, la mayoría se los ríen, otros condescendientes se los agradecen y otros tienen la mala idea de no hacerle caso, como aquellos veleristas novatos, que llegaron al Nautico y se pusieron a amarrar su bonito velero en el puerto deportivo, y Pipol allí, en la baranda, con su pitillo en la boca y su gorro negro con restos de escamas de pescado, les habló pues como habla él, con ese gallego cerrado de marinero, lleno de seseos y geada, rápido:

-Amarra mais largho, tes que deisar máis cabo solto, se deixas así o cabo rompe e vaiche quedar o barco solto, no mar, e despois a ver qué fas, larghalle mais cabo, máis, non sexas bruto, así vaiche romper cando suba a marea, e está empesando a subires... has quedar sin barco... despois claro... chamamos a Gharda Sivil, que rescata ghratis...


Y el hombre aquel que me mira sin comprender una sola palabra del embarullado léxico de Pipol y más o menos le traduzco lo que quiere decir, pero claro ¿para que le vas a hacer caso a un tipo pequeñajo como Pipol con un gorro de lana que tiene escamas de pescado y a un melenudo vestido de negro que fuman en una barandilla? El fulano hizo un gesto con la mano, de esos que dicen "no me deis por culo", amarró su barco como le dio la gana y se marchó.

Cuatro horas después el señor berreaba por el Nautico, escandalizado de que un tipo como Pipol se hubiese atrevido a subir a su precioso velero.

-Pues mire usted -le dijo la policía portuaria- menos mal que este hombre vino por aquí y le aflojó las amarras, si no es por él su barco estaría ahora estrellado contra cualquiera de estos otros, hay que tener cuidado hombre. A ver ¿tiene usted el PER?
Y Pipol riendose
-Este comprou o PER en Portugal
-Pipol marchate anda, a ver si conseguimos que no te denuncie
-eu non lle roubei nada, salveille o barco
-bueno, si pero márchate

Parece ser que en Portugal es relativamente fácil comprar el título de Patrón de Embarcaciones de Recreo, sin examen ni nada, pagas y eres patrón, sin más. No es mala cosa, hasta que mandas el barco a pique claro. El tipo ni se molesto en denunciar a Pipol ni en buscarlo para invitarlo a un mísero vino por haberle salvado el barco. Claro que por aquí Portugal lleva la fama, pero aquí también se pueden o podían comprar estos títulos.

Hay buena gente en esos bares que están justo cuando se sale de la lonja, gente honrada aunque te cuente alguno que está de permiso penitenciario. Un día pedí un whisky, iba a pagar pero la camarera peruana no vino a cobrar, a las dos de la mañana me quedé dormido en la terraza, en una silla de esas de plastico amarillas que ponen Schweeps y con los pies en otra, cómodamente, al fresco, con la cartera encima de la mesa y ciento cincuenta euros dentro

Vino João, que es un acreditado delincuente de origen portugués, la cogió y se la dio a la camarera peruana, guardasela -le dijo- que se la va a robar algún hijo de puta, pero ponme un whisky y me lo cobras de ahí. Pipol que estaba despierto aprovechó y pidió un vino blanco y que se lo cobrasen de mi cartera también, la camarera accedió, sabe que no me cuesta trabajo invitar a Pipol, y con João me he tomado más de una vez una botella de Buchanans, pagó él para celebrar no se que cosa, no me gusta mucho saber lo que celebra João ni preguntarle de donde sacó el dinero para el Buchanan's, lo bueno que tiene es que no roba a pobres como yo, a él lo que le pone son los chalets esos que hay por Playa América, los ve por fuera y piensa en automático: seguro que tiene una televisión de plasma de la hostia, lo menos 500 euros me dan por ella en el cash converter o en las tiendas de segunda mano de la Calle Pino. Alguna vez también atracó bancos y cosas así, pero no fue culpa suya, se había encontrado una pistola y una escopeta recortada, eso al menos fue lo que le dijo a la policía, y con esas herramientas está claro que no te vas a poner a arreglar coches. Es buen tipo, nunca puso balas ni cartuchos en una u otra, por no tener que matar a nadie. Cuando lo fueron a trincar a su casa llevaron a los GEOS, lo tenían por peligroso, le tiraron la puerta abajo y entraron los policías con toda la parafernalia, y João todo traquilo, allí en su salita, liando un porro y viendo un partido del Bemfica, quedaban cinco minutos de partido y el tipo convenció a los maderos para que le permitiesen terminar de verlo, mientras miraba con atención la evolución del encuentro les dijo a los policías donde estaban las armas advirtiéndoles de que no se preocupasen, no tenía cartuchos.

-¿te imaginas si llego a tener cartuchos? aquello hubiese sido una carnicería
-¿te dejaron fumarte el porro?
-no, me lo quitaron, me dejaron fumarme un pitillo mientras terminaba el partido
-¿y que hacían los maderos mientras tu veías el partido?
-creo que estaban asustados, me apuntaban con las metralletas. Aquel día perdió el Bemfica, me acuerdo bien.

Detrás de estos bares y de esas calles, paralelo a ellos e incluso alrededor comienza, al mismo tiempo, la ciudad que trabaja frenética, talleres, la gasolinera, cordelerías, fabricas de cable, talleres de soldadura, suministros navieros, una conservera e incluso una gran tienda de juguetes están alrededor. Cuando la lonja empieza a decaer, cuando comienzan a salir los camiones del Berbés, cuando se van las putas y desaparecen Rosa, Pipol o Joao, como hormiguitas comienzan a aparecer otras personas, que entran en esas naves y esos talleres y se ponen a laborar, ocho horas a veces más. Tu, turista, estás muy a la izquierda, quizás en el centro comercial de A Laxe, disfrutando de un maravilloso día de compras y comprando lo que posiblemente podrías comprar también en tu ciudad, quizás paseando por el casco viejo buscando donde comer marisco barato ¡oh sorpresa! ¡cuesta lo mismo que en tu ciudad! ¡a lo mejor más! ¿de verdad pensabas eso que cuentan por ahí de que aquí está tirado de precio? no hombre no, hay gente que se juega la vida para que tu lo disfrutes, algo así no está tirado de precio ni aquí, ni en ningún lado. Eso si, Vigo, lo mires por donde lo mires, desde donde yo estoy, o desde donde tu estás, sigue subiendo ¿hacia el cielo? no creo, es una ciudad con los pies bien asentados en la tierra, tu eres el que está perdido, pero solo un poco, no te preocupes, nada que no le pase a un turista cualquiera en una ciudad que no conozca, es posible que tu, a estas alturas, estés deambulando por la Calle del Príncipe, antes te asustaste un poco con los mendigos de la plaza de la Princesa ¡buf! ¡qué hace esta gente aquí! no pega, habrás pensado, no hace nada malo, beben Don Simón, como todos los mendigos, piden euros para comprar más Don Simón, y cuando abren un local que hay allí cerca se llevan un café caliente con un bollo al estómago, gratis, que quieres, son nuestros mendigos, algo tendremos que hacer por ellos no ¿a ver por qué no van a estar en una zona tan céntrica como la puerta del Sol o la plaza de la Princesa? 

Posiblemente tu estés mirando las bonitas tiendas de la Calle del Principe, es posible que incluso estés alucinando con lo que hay en el museo de arte moderno, el MARCO, al final de esa calle ¿de verdad que una tinaja azul clavada al techo es arte? pues a lo mejor si, por eso estás tu mirándola y preguntándote eso. Mientras, en mi lado, un poco más arriba de ese techo azul, en un convento, hay un montón de gente honrada, que hasta hace poco trabajaba, cuidaba a sus hijos y pagaba la hipoteca, juntándose para comer, para que les den de comer. Pero tu no te preocupes, son muchos, pero no son João, ni Rosa, ni Pipol, ni el tipo ese que contaba que estaba de permiso penitenciario, esto es gente honrada, si no lo fuese a lo mejor había más de cuatro colgados de los árboles. Gente resignada a su mala suerte, intentando capear el temporal, otro, que lloran sus penas en silencio y esconden la cara cuando pasas cerca de ellos, a lo mejor la esconden para no avergonzarnos, para que no veamos nuestra miseria reflejada en ellos. 

A pesar de ellos, de esa nota discordante en la felicidad de todo turista que se precie la ciudad sigue trabajando, y por ahí, por el convento ese donde comen los pobres, sigue para arriba la ciudad por el Barrio del Cura. El Barrio del Cura es una zona del casco viejo de esta ciudad que la compró Karpin, ya sabes, el futbolista ese ruso tan bueno que jugó en el Celta ¡fíjate tu si Vigo es buena ciudad que hasta él se quedó aquí! ¡todo un futbolista de primera división que podría irse a cualquier parte del mundo y se quedó en Vigo! No tiene nada de particular, se quedó aquí como casi todos los que se quedan aquí, para trabajar para él y de paso, para Vigo. Lo que pasa es que en el Barrio del Cura iba a hacer mucha cosa, lo iba a dejar precioso pero... ya sabes, estalló la burbuja inmobiliaria y Karpin lógicamente guardó el capital esperando mejores tiempos, ahora el Barrio del Cura está así un poco ruinoso, con mendigos y asociales viviendo en sus casas derruidas acompañados de un millón de gatos.
El Berbés visto desde el Barrio del Cura

Puedes meterte por el Barrio del Cura para arriba, no te va a pasar nada, o no tendría por qué pasarte, son mendigos, gente pobre, asociales, parias de la tierra pero no suelen atracar a nadie ni cosas de esas ¡hombre! pudiera ser, pero no suele darse el caso salvo raras excepciones, claro que es más fácil que te roben algo, o te den un susto, subiendo por ahí a que lo hagan en la calle del Principe, aunque bueno, a estas alturas ya te diste cuenta de que en la calle del Principe no hay nada nuevo que no haya en tu ciudad y sigues subiendo, Urzaiz o ya la Gran Via para arriba, capaz eres de entrar en el Corte Inglés, tu verás, yo de ti seguiría, si subes hasta la plaza de España podrás ver la estatua de los caballos, es una maravilla de estatua oye, es como si un grupo de caballos subiese por un empinado sendero de montaña. La estatua la construyó Juan Oliveira, un señor muy cascarrabias de Tui. La estatua tiene un detalle que nadie te contará ni verás en ninguna guía, fíjate bien, verás que todos los caballos son machos ¿a que si? Es que al bueno de Oliveira, así como de coña, amigos y no tan amigos, le pedían firmar la estatua y el les dejaba, siempre que con el buril firmasen... en los cojones de los equinos de bronce. Una pena, no puedes acercarte a ver las firmas.

Yo me voy hacia el otro lado, hacia Barreras, ahí donde hacen los barcos, lamentablemente cada vez se hacen menos, no se que va a pasar el día que en esta ciudad esos soldadores dejen de hacerlo por falta de trabajo ¿de que van a vivir todas esas tiendas y todo el pequeño comercio si tantos terminan en la calle con una mano detrás y otra delante?

Al fondo las gruas de los astilleros vigueses.

Son gente bronca estos obreros del metal, es posible que haya algaradas y algo más que palabras en las calles de nuestra ciudad que ellos ya pusieron a arder más de una vez, aunque no se si decir que son gente bronca está bien dicho, a lo mejor es normal que uno se cabree, mucho, si te quitan a ti y a los tuyos el pan de la boca por tonterías políticas, desde Santiago, Madrid o Bruselas. A lo mejor es su forma de pegar un puñetazo en la mesa cuando nadie lo da, o cuando te quieren tomar el pelo, y no se, pero quizás venga bien que de cuando en cuando alguien de ese puñetazo en la mesa. Tuviste suerte, por esta vez están trabajando, construyendo otro barco enorme que de momento no parece barco ni nada, pero lo será. Los contenedores de la basura están en su sitio, no cortan el tráfico, nada arde.

Caballos plaza de España

Tu estás viendo los caballos de nuestra plaza de España y harto de subir cuestas ¿a que tiene muchas cuestas esta ciudad? Hay un pequeño club de alpinistas, Montañeros Celtas, pero nada del otro mundo, y ya es raro ya, fíjate tu que las ciudades vascas, por ejemplo, son bastante más llanas y allí das una patada a una piedra y sale un escalador, aquí en Vigo no muchos, aunque bueno, tenemos a Chus Lago, que se subió unos cuantos ochomiles y en un rato de aburrimiento se fue a dar un paseo por la Antártida. Pero bueno, no te preocupes, te queda poco que subir, métete ahí, por donde ves ese enórme chalet con el escudo del R. C. Celta y llégate hasta el parque del Castro, es agradable pasear por él, eso si, no te librarás de las cuestas, es frondoso, con un castillo en lo alto, algún que otro bar, mucho árbol y lugares para descansar, también tiene los restos de un castro celta reconstruido, admíralo bien, no se merece menos ¡reconstruir eso costó un millón de euros! Alguien hizo un buen negocio con el asunto, me parece. No hagas mucho caso de la cruz llena de pintarrajos y muy descuidada, ya sabes, la cruz la construyeron en su día para conmemorar cosas del Franquismo y bueno, hoy en día hay alguna gente, poca más bien, que sigue pensando en aquello y de cuando en cuando, si les cae un bote de pintura en la mano, o un spray, van allí a desahogarse, también tienen derecho los pobres ¿no?

Rincón del parque del Castro.

Yo estoy en la plaza de la industria, tu puedes venir después, que para ti es todo bajada ya, y después llanear para volver al Nautico, así también podrás ver los bares de los que te hablé, ya sabes, esa zona peligrosa del Canarius, el Rincón das Almas Perdidas, etc. No te preocupes, ya te dije que a estas horas del día todo cambió, los malos se fueron a dormir, lo único que verás allí será a algún que otro camionero, algún portuario, o gentes que trabajan por la zona, sin problemas, puedes incluso sentarte en sus terrazas y pedir un café tranquilamente, a estas horas no te aparecerá ningún tipo en tu mesa con las tripas fuera gritando ¡me rajaron! Cosa que oye, tampoco hay que echarla en saco roto, es algo que puedes contar en un blog como este. Además, tienes que pasar por allí si quieres ver el barrio original del Berbés, bueno, lo que queda de él y bastante deteriorado, más bien de pena, destacan más las marisquerías que el barrio en si, parece ser que la cosa la están remodelando, pero tardarán.

En la plaza de la industria hay una estatua, está hecha con piezas de metal de origen diverso y representa a un herrero, con su cigarrillo en la boca y todo, cara de mala leche y martillo en lo alto. Creo que es la estatua que mejor representa el espíritu laborioso de esta ciudad. Ya te habrás dado cuenta de que la estética no es lo nuestro, la verdad, no es la ciudad más bonita del mundo, es incluso caótica pero claro, es que se hizo como se hizo: alguien llegaba, se ponía a trabajar y se hacía una casa, sin importar mucho donde ni como, y así fue creciendo, poco a poco y muy rápido, hasta hace nada y menos no hubo un plan urbanístico o algo así que pusiese orden en el caos, y nuestros políticos y autoridades, las encargadas de todo solucionar todo eso, pues bien gracias, a lo suyo que es trincar y entorpecer la labor de quien trabaja, a ratos, bastantes, también se pelean entre ellos, poniéndose zancadillas unos a otros ¿qué unos quieren hacer un museo? no hay problema, vendrán los otros y lo paralizarán, que los otros quieren remodelar una calle, nada, no te preocupes, ya vendrán los del otro bando a poner pegas para que no se haga y así con todo. Pero a pesar de ellos fíjate tu que hay barrios que cuando yo llegué, simplemente no existían o estaban empezando a ser. Desde ahí, desde el Castro seguro que puedes ver lo que llamaríamos el extrarradio, ya ves que caos, montones de casitas unifamiliares repartidas entre parcelas de cultivo, hace pocos años hay un plan de ordenación urbana, de no haberlo es más que posible que todo eso también estuviese lleno de edificios, quizás no muchos pero si disparatados, que algunos ya hay, no se como explicartelo ¿te imaginas una mole de diez plantas entre casas de una o dos? pues fíjate bien, que algunas hay. Sin ir más lejos el edificio ese raro que ves desde el castro, el que está entero eh, la ruina es... pues eso, otro edificio que podría estar utilizado para algo digno y por peleas municipales y tonterías esta... bueno, ya ves como está en la imagen, es la panificadora, y que se puede ver en la foto siguiente. Si eso es el ayuntamiento y en su día tuvieron los santos bemoles de construirlo sobre un castillo (están los restos detrás según tu lo miras) si, si, el edificio rosa, imagínate lo que pudimos haber hecho e incluso hacer si nos dejan.

El edificio alto de la derecha es nuestra casa de putas mal organizada nuestro ayuntamiento

Y es que aquí se viene a trabajar, la cosa de la estética, pues no se, para eso está La Coruña, que mientras Vigo trabaja, Santiago reza, y La Coruña descansa, eso dice un refrancillo bastante popular. Por cierto, la estatua de hierro del señor currante la creó en el año 1970 el escultor Guillermo Steinbrüggen Lago.

Y ahí estamos, cruzándonos en la Gran Vía, quizás en la plaza de las Traviesas, que se llama plaza América, pero todos le llamamos "Traviesas" y no porque sea una plaza revoltosa, revoltosos son los aficionados al futbol que celebran en ella los triunfos del R.C. Celta, pero no es ese el motivo de tal nombre, resulta que Vigo tuvo tranvías y ahí se cruzaban un montón de ellos, de ahí el nombre de la plaza.

Las Traviesas

Como ves, y casi sin querer (a ti te costó un poco, por la subida, pero no te preocupes, ahora es todo bajar y llanear) nos hemos dado una vuelta por las zonas más céntricas de Vigo. Hay más cosas para ver si quieres: desde ahí, desde Traviesas puedes irte por la avda. de Castrelos a la Finca de la Marquesa, o Parque Quiñones de León, podrás disfrutar de un paseo agradable por uno de nuestros mejores parques y ver una construcción típica de nuestro hacer arquitectónico, un pazo o palacio, con sus cuidados jardines e incluso un museo importante sobre las vicisitudes de esta ciudad.

Cae la noche sobre el Pazo Quiñones de Leon

El barrio ese con edificios altos que tienes en frente se llama Coia, se llama así porque hace muchos años ahí se juntaban las "coias" o grupos de trabajadores que irían a descargar pescado al puerto, es un barrio relativamente nuevo, no se si tendrá más de cuarenta años y hay algunas partes que bastante menos. Es un barrio que como casi siempre en Vigo, se hizo así mismo, mucho piso de protección oficial al que fue a parar gente muy humilde, crisis y problemas mezclados con drogas generaron mucha delincuencia y las autoridades, pues bien, gracias, como siempre en Vigo, poniendose zancadillas unos a otros o echándose las culpas de esto y de aquello y... los delincuentes campando a sus anchas, y ahí que vuelve el Vigo de siempre, ese que no cuenta demasiado con las autoridades, anárquico y sin embargo con cierto orden y respeto por según que cosas: los vecinos de Coia se juntaron, repartieron cuatro palos a los delincuentes, y entonces ¡las autoridades intervinieron! pusieron más policías por la zona, la delincuencia se redujo considerablemente y hoy las gentes de ese barrio son felices y viven tranquilos.

Hay más barrios, claro Lavadores y Candean allá en lo alto, donde ves casitas bajas sobre montes no muy elevados. Teis y el Calvario, populosos barrios les llama el periódico local, siempre con sus calles atestadas de gente que va y viene, que trabaja, que compra, que sale, que entra, que construye, que hacen que esta ciudad se mueva. Los de Teis no lo saben claro, quizás no saben que ellos hacen que esta ciudad se mueva, al fin y al cabo cuando uno de Teis viene por ejemplo al ayuntamiento, o al puerto, suele decir que "va a Vigo" como si fuese de otro lugar. Tampoco es tan raro claro, al otro lado de la ciudad y siguiendo la linea del mar está Bouzas, que fue municipio en su día, absorbido por Vigo. 

Al fondo el monte de la Guia. Imagen tomada desde El Castro.

Mira tu que es una pena que se te vaya mañana el crucero, o el autocar. Podrías coger un autobus o un taxi y acercarte allí en Teis al monte de la Guia, tiene unas vistas fantásticas sobre la ría. No es plan de contar aquí ciertas cosas, pero si eres chica y un señor de Teis te dice que te va a llevar a la Guía a enseñarte "el cañón de oro" no te lo creas, te va a enseñar otra cosa tontina, no hay ningún cañón de oro en la Guia, eso si, tu eres muy libre de ir o no, a lo mejor te gusta lo que quiere enseñarte, eso si, te aseguro que no es de oro, y a lo mejor no llega ni a cañoncito.

A lo mejor, en el mismo día te daba para acercarte al marinero barrio de Bouzas, que como digo está en la otra parte de la ciudad, tienen allí una playita muy recogida, pequeña, con un paseo que se pierde al fondo de la ría y desde donde hay una vista inmejorable de las Islas Cies (de estas a lo mejor hablamos otro día), y por cierto... en alguno de sus restaurantes... bueno, no quiero aconsejar, que lo que me guste a mi a lo mejor no te gusta a ti, pero es posible que puedas comer bastante bien, casi seguro que por el marisco te cobran menos que en el centro.


Las Islas Cies desde Bouzas.

¿Quieres ver algo más? pues yo, si fuese tu me acercaría a ver la playa de Samil, es una playa de esas que hacen las delicias de los urbanitas, no falta de nada, pistas de skate, para patinar, bares con terrazas, el Jhonatan con su puñetera música de Julio Iglesias a todas horas y a todo trapo porque a la Sra. Karina Falagán le da la gana y sin que nadie le diga nada, y si se lo dicen parece salir ganando la tía oiga, pero bueno, no te preocupes, puedes tumbarte en muchos sitios sin escuchar el soniquete impuesto por Karina en su bar, puedes tumbarte incluso si no te va demasiado tostarte al sol bajo los pinares casi al borde del agua, su paseo, en fin, tiene de todo, de todo para los que no les gustan las playas salvajes, incluso una oficina de la policía local, un mercadillo muy amplio y, si vas un domingo y no lo haces temprano no tendrás donde aparcar, a las nueve de la mañana plantaron sus reales allí montones de orensanos y portugueses y lo coparon todo, al que madruga Dios le ayuda, a aparcar, por lo menos. Ah, también suele tener bandera azul, depende del año. Si quieres, antes de llegar a Samil, al pasar por Alcabre, puedes hacer una parada en el Museo del Mar, no está mal para aprender algo de cultura marinera, especialmente de la zona de Galicia.

Isla de Toralla

Y bueno, si te gustan las playas más naturales y salvajes puedes seguir un poquito, hasta la del Bao, que está un poco más adelante, si llevas coche bien, y si no hay buses. Es playa esta más salvaje, pero también más juvenil. En ella verás un puente a una isla, es la isla de Toralla, puedes pasear por el puente, incluso bajar a la pequeña playa de Toralla pero... no podrás entrar en la isla, es privada, te lo impedirá el guarda de la entrada. Es una isla con una curiosa historia. Al otro lado del puente está la finca de Mirambel, en el que se reconstruyó también una antigua villa romana y algunas casas prerománicas, y si aún quieres seguir pues nada, ya te adentras en Canido, gente bien, chalecitos, puerto medio pesquero y medio deportivo, no está mal para dar un paseo y contemplar algunas vistas sobre la Ría de Vigo.

Si alguien hizo caso de esta pequeña guía de mi ciudad y le sirvió de algo me alegraré, mucho más no puedo hacer por mostrárosla, quizás montar una agencia de guias, para intentar que veais algo más de lo que veis, pero la verdad no estoy por la labor (salvo que alguno quiera pagar bien claro, esas cosas siempre se pueden hablar).

¿Te vas ya? bueno, pues si te vas seguro que desde algún lado, desde el tren, el autocar y como no desde el barco, no dejes de mirar al fondo de nuestra Ría, que no toda es Vigo pero si lleva el nombre de esta ciudad de la que alguien dijo era la puerta del Atlantico, al fondo te dice adios el puente de Rande, que tuvo su mérito en su día, primer puente colgante de España y esas cosas, ya sabes, para salir en el Telediario. Quizás algún día, si vuelves, lo veas más grande y majestuoso señoreando la ría, ahí andan nuestros políticos discutiendo y poniéndose zancadillas (junto con medallitas) a ver quien lo hace, al final, como casi todo en esta ciudad, lo haremos los vigueses, que somos quienes ponemos la tierra, el mar y el trabajo.


El puente de Rande visto desde Bouzas

La otra cara del puente de Rande

No me gustaría despedirme sin contarte un pequeño secreto que no todo el mundo conoce y mucho menos verás en las guias, desde Vigo no es desde donde mejor se puede contemplar la Ría de Vigo. Para lograr ver lo que se ve en esta foto que tienes al final debes que salir de la ciudad hacia Pontevedra por la carretera nacional (salir por la calle Travesía de Vigo a la N-552, pasa el pueblo de Redondela y cuando llegues a un cartel que pone "Souto Xusto" en el municipio de Redondela tuerce a la derecha en cuanto puedas, sube, sube, sube y pregunta por el mirador, un mirador que no es tal, ni está cuidado, ni señalizado, pero lo verás, además no podrás ir más arriba, se termina ahí la carretera, desde allí si verás plenamente la Ría de Vigo. Otro día que vaya haré una foto de día y la pondré aquí. De momento picando aquí puedes ver la ruta a seguir en Google Maps.


Panorámica de la Ría de Vigo desde Souto Xusto, en primer plano la Isla de San Simón con su aciaga historia después el puente de Rande, al fondo a la izquierda Vigo

Y si aún quieres gozar de otra panorámica muy buena sobre la ría de Vigo puedes preguntar por el Monte Alba y si llegas a la zona por Monte Cepudo, está saliendo de la ciudad, no muy lejos, pero un tanto complicado para llegar si no conoces (aquí te dejo la ruta en Google maps), y la verdad, desde Souto Xusto se ve la ría mucho mejor. La cosa es simple, desde Souto Xusto ves la ría desde donde nace hasta donde muere, desde Monte Cepudo no ves mucho más allá del puente de Rande.

Las islas Cies y la de Toralla desde Monte Cepudo.

Y ya sabes, si quieres saber algo más puedes preguntar en los comentarios y trataré de responder conforme sepa y pueda y si no averiguaré. Por supuesto si quieres aclarar algo, reseñar algo que falta, corregir alguna cosa o mostrar tu desacuerdo con lo escrito eres muy libre de hacerlo, para eso están los comentarios.

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